Existen
situaciones predecibles que por sus variables se convierten en situaciones
manejables y que de cierta manera pueden evitarse o corregirse. Pero, existen
además de estas situaciones otras, que muchas veces pasan desapercibidas y que
de cierta manera desencadenan, liberan o desatan una serie de situaciones
inesperadas y que pueden afectar el entorno que nos rodea.
El
aumento de pequeñas situaciones que pueden surgir en el proceso de alguna
organización siempre va a traer alguna consecuencia, ya sea positiva o
negativa. “No importa que tan pequeñas sean las fuerzas en un sistema, éstas
siempre tienen un efecto, a este fenómeno también se le llama teoría del caos”.
Las acciones que generan los responsables de que una empresa o institución
funcione bien, es decir, las personas que se denominan de menos rango, son muy
importantes en el momento de evitar los efectos negativos que surjan en
determinada situación.
Las
altas directivas de las compañías tienden a preocuparse más por el producto que
por las personas, por los problemas grandes, complejos y muchas veces no ven
que estos resultan, brotan o surgen de las situaciones pequeñas que se
presentan casi desapercibidas. Todas las organizaciones deben aprovechar el
potencial de sus miembros, ya que cada uno puede aportar para el buen
desarrollo de los objetivos planteados por la organización, dichos aportes orientándolos por buen camino, pueden
ser grandes proyectos para la misma institución.
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